Aplicaciones: Citología y patología

Pocas cosas son tan importantes en esta categoría de microscopios como una óptica excelente. Para los análisis exigentes diarios de cortes teñidos, las mejores opciones son dos tipos de objetivos: los de fluorita (comercializados bajo nombres como Neofluar o Neofluor) y los aún más costosos objetivos plano-apocromáticos.

Estos objetivos suelen ofrecer una corrección de color y una planitud de campo muy buena o excelente, lo que proporciona una imagen con colores nítidos y mínimas distorsiones en los bordes. Ambos aspectos contribuyen significativamente a una alta resolución del microscopio.

Las ampliaciones típicas de los objetivos van desde 2x hasta 60x o incluso 100x.

Dependiendo del tipo de preparación, se utilizan objetivos diseñados para observar con o sin cubreobjetos. En los objetivos de bajo aumento puede haber cierta superposición entre los usos.

Las versiones flexibles tienen un anillo de corrección que permite ajustar el grosor del cubreobjetos, e incluso configurarlo para observaciones sin cubreobjetos.

Un amplio campo de visión es especialmente importante en citología y patología. Los oculares con un número de campo visual entre 23 y 25 son ideales para estas tareas. Este valor suele estar impreso en el ocular, por ejemplo, como 10x/25.

Las escalas o retículas integradas en el ocular permiten el conteo y la medición de células.

La iluminación LED se ha vuelto muy común en la microscopía. Tiene un índice de reproducción cromática comparable al de la luz solar natural o la luz halógena artificial. Además, garantiza una temperatura de color casi constante a diferentes intensidades lumínicas, a diferencia de la luz halógena, que se ve más blanca cuanto más brillante es.

Una característica útil de los microscopios modernos es el llamado gestor de luz. Este guarda la intensidad de luz preferida para cada objetivo, evitando tener que ajustarla manualmente al cambiar de objetivo. Esto es especialmente útil ya que los objetivos de mayor aumento suelen absorber más luz.

¿Qué hace que un microscopio sea cómodo de usar? Por ejemplo, mandos de enfoque situados en una posición baja o una platina que se mueve suavemente. Muchos patólogos manipulan directamente las preparaciones con los dedos. En estos casos, es útil un microscopio con una platina colocada muy abajo.

En la parte superior, un tubo ergonómico inclinable permite encontrar la postura más cómoda durante la microscopía. Quien lo prueba, ya no quiere volver atrás.